¿Son las bicis cada vez más caras?
El debate está abierto: ¿son las bicis más caras? ¿Son mejores?
Es recurrente leer día a día que las bicis y mountain bike son más caras, se están volviendo más caras, han subido de precio o se crean versiones en gama de precios porque la gama alta es inaccesible. Centenares de bicis presentadas en las que el análisis es que se trata de auténticas joyas, pero a un precio prohibitivo de cinco cifras que hacen de una bici o mountain bike un artículo muy exclusivo. ¿Por qué pasa esto?
Por qué las bicis son más caras
No sabemos muy bien si son más caras simplemente, o en realidad se ha creado una gama de precios marca a marca que hacen que haya una bici o mountain bike para cada persona y para cada bolsillo.
RECOMENDADO
Scott Spark 2019: precios y modelos
SunRace entra en la guerra de precios en los cassettes de 12 piñones
Ya está aquí la GoPro Hero 6, características y precio
Nuevas Cannondale Jekyll & Trigger en las que todo cambia. Características y precio
Quarq ShockWiz se actualiza y baja precios
Cerveza, vino y chocolate caliente para ganar el Tour de Francia
También es cierto que en las presentaciones, eventos nacionales e internacionales, colecciones de temporada y demás, de lo que principalmente se habla es del nuevo tope de gama, de la bici que destaca, de la mountain bike que innova y va a romper moldes. Algo se comenta, pero muchísimo menos, sobre los crecimientos de gamas y colecciones en la zona central, en la zona asequible a la mitad de ciclistas; y poco o casi nada sobre las gamas bajas, las mejoras en este rango para hacer accesible el ciclismo a cualquier tipo de economía.
Sin embargo, si la comparativa es temporal, si analizamos una tendencia, una dinámica, una evolución, podemos comprobar que una gama media de hoy en día supera con creces en versatilidad y equipamiento a una gama alta de hace uno o dos lustros. Es una realidad, una realidad que también habla de la mejora en la bici y en la mountain bike, del crecimiento en calidad de los productos de rango medio.
Ya, de acuerdo, pero por qué son las bicis más caras
Es que en realidad no son mucho más caras. Así es. Sabemos que es negar la máxima pero es así. Una bici o mountain bike de hoy supera en precio de venta a una de igual rango de hace 10 años, eso es innegable. Pero el precio es sólo un valor relativo en un cúmulo, que es la economía en general.
Es decir, el precio absoluto es mayor, pero si lo relativizamos con el crecimiento de la inflación, con el coste real comparado con la economía de las familias, la bici o mountain bike de rango medio se mueve a precios similares. El poder adquisitivo ha aumentado y la inflación también, y los 400€ de media aproximada que se han encarecido las bicicletas van, en resumen, con concordancia con la mejora de la economía.
Y, es más estamos comparando dos bicis en las que al subirnos notaremos una mejora considerable en la actual. Claro que una bici o mountain bike de hace 10 años suponía una mejora importantísima, un avance que quizá ha terminado siendo clave en cómo concebimos las bicis hoy. Pero la comparativa es odiosa y totalmente desproporcionada: una gama media de hoy es una auténtica pasada, llena de adelantos, de mejoras, de frenos de disco, suspensiones de aire regulables, tijas telescópicas, platos ovalados, ni hablemos de los desarrollos y cambios o del monoplato, por descontado sobra hablar sobre la imposición del 29” y un largo etcétera que hace que hoy una gama media sea una barbaridad de adelantos, comodidad y eficiencia.
Si, como hemos comentado, relativizando el precio con la inflación no supone una gran diferencia podemos afirmar que no: una bici o mountain bike hoy no es más cara. O al menos, no mucho más cara si pensamos en la cantidad de mejoras que han experimentado.
Al contrario, quizá se están abaratando por los diseños más eficientes, por el crecimiento de las ventas, por la reducción de materiales innecesarios como el plato múltiple. Así que podemos afirmar que estamos en un momento muy bueno para comprar una bici, una mountain bike llena de adelantes, con la que experimentar una barbaridad de sensaciones en cada salida, a precios más que razonables.